Ninguna de las dos cuando nos vimos por primera vez en ningún momento llegamos a ser conscientes de lo que llegaríamos a ser la una para la otra, puede que al principio nos costaba hablar sobre algún tema aunque a medida que el tiempo seguía su curso nosotras cada día estábamos más unidas, dejamos de ser amigas a crear un lazo mucho más fuerte pues éramos el pilar fundamental de cada una en los momentos más oscuros mientras que en los más brillantes hacíamos que fuera más resplandeciente, por algo pasamos por tantas cosas juntas el amor, el desamor, enfados, perdones, llamadas interminables de charlas, secretos y confesiones sobre nosotras mismas.
Éramos distintas y aún lo seguimos siendo no sólo en el carácter también en la forma de ver la vida en su conjunto, aunque de alguna manera hemos seguido reforzando ése lazos que en alguna ocasión era sinónimo de una felicidad indescriptible y que, con mucho ahínco quería que a medida que madurábamos se volviera más fuerte; pese a que eso justamente no fue así porque comenzamos inconscientemente a distanciarnos quizá debido a nuestras responsabilidades o porque cada vez sólo veía diferencias en vez de cosas comunes por mucho que hubiéramos compartido tanto durante nueve años. Admito que muchas veces la nostalgia me invade pues sigo atesorando como si fueran diamantes recuerdos que en su momento lograron que saliera a flote cuando pensaba que había caído, el tiempo ha sido quien nos ha mostrado que por mucho que me duela que cada una toma su propio camino , del mismo modo que nuestra amistad está pasando por un bache que dura ya demasiado o si por el contrario está a punto de romperse y ser unas completas desconocidas llegado a cierto punto; no he sido del todo sincera contigo aunque tú lo hayas sido conmigo puesto que no me sentía cómoda diciéndolo como del mismo modo mis dudas, miedos, problemas porque tampoco me dabas la suficiente confianza para hacerlo sumado a que cada vez que nos veíamos me daba la sensación de que era una pérdida de tiempo y me sentía utilizada porque no salía de ti el invitarme a algo como del mismo modo he sido incapaz de hablarte acerca de aquellos actos que no me han parecido bien, de lo que pienso ahora mismo sobre ti aunque principalmente he visto que tienes otras prioridades antes que conservar nuestra amistad.
He pasado noches en las que no dejaba de llorar viendo que se desmoronaba aquello que habíamos construido pensando que nadie llenaría el hueco de mi corazón que has ido dejando, al final alguien lo ha llenado alguien que en ningún momento esperé y lo cierto es que ha sabido estar ahí al pié del cañón, me ha sacado de mis errores cuando estaba equivocada, me ha insuflado esperanzas cuando pensé que las había perdido aunque sobretodo es la hermana que siempre deseé, también me ha servido para darme de que quizá nuestra amistad ha sido una bonita etapa en nuestra vida, como del mismo modo si habrá una forma de recuperar eso que nos hizo inseparables y volver a tenernos ahí la una a la otra por muchas adversidades que pasen.
Quizá jamás llegues a leer estas palabras o en su defecto que las leas y seas incapaz de comprender cómo me he llegado a sentir por lo que pasaba entre nosotras, también puede que ni te importen lo más mínimo y decidas seguir como hasta ahora, muchas veces he soñado con una reconciliación si fuera necesaria, con nuestras noches de fiesta, los cotilleos sobre las amistades y los amores que han dejado una huella en nuestras vidas directa o indirectamente, las sonrisas tan verdaderas estando juntas, tus palabras tan reconfortantes aún cuando el mundo me ahogaba. Siempre serás alguien importante en mi vida y que te querré a mi manera por aquello que has significado para mi.
Atte: tu churriña, tu princesa, tu mayor felicidad.
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