Con el paso del tiempo he aprendido lo liberador que es perdonar, no sólo porque nos quitamos una enorme carga de nuestros hombros además eso nos impulsa a seguir hacia adelante. Sé lo difícil que puede ser perdonar a personas que nos hicieron mucho daño en el pasado aunque no significa que estemos dispuestos a que regresen a nuestra vida a menos que no queramos, pues somos libres de darles alguna oportunidad o no pese a que habrá quienes sólo hayan estado durante un tiempo corto con nosotros, eso no significa que por mucho que el tiempo pase no sigamos teniéndoles cariño y recordando los buenos momentos. Hay personas para todo, quiénes prefieren vivir con rencor y si pueden hacerte recordar todos tus errores pasados o presentes sin tener en consideración que no seas la misma persona que hace tiempo, quiénes su lema es perdono pero no olvido como si les sirviera para entender que las personas cambian, que la cosa no es que lo olvides sino que aprendas de lo que sucedió para evitar actuar de la misma forma.
También es cierto que no todas las personas no se merecen ni tu perdón ni tu tiempo ni estar en tu vida, puede sonar raro pese a ser así y no es en absoluto malo, a fin de cuentas si tienes que forzar cualquier tipo de relación no es para ti, ni dar excesivamente para recibir unas migajas sólo porque haya gente que no te valora lo suficiente, no ve cómo realmente eres y tampoco te acepta.
Perdonar a otras personas como a nosotros mismo es un paso que al principio nos dará miedo, como terror aunque tan sólo es una manera de abrirnos a otras perspectivas, experiencias y oportunidades para nosotros.
