No todas las amistades son las
verdaderas , tampoco en todas hay un equilibrio que en mayor o menor medida
deberá haber puesto ya que es uno de los
pilares más fundamentales en los que se basa el ser humano; aparte de su propia
familia.
Puede decirse que la amistad es algo sin lo
que no podamos vivir en cierto modo la humanidad puesto que en la sociedad son
ellos los que juegan un papel muy importante para cada uno de nosotros, porque
se convierten con el paso de los años en
alguien imprescindible en nuestras vidas.
Aún
así no todas las amistades son igual de sanas para nosotros hay otras que son
tóxicas, sobre estas últimas se puede hablar bastante acerca de este tipo de “amistad”
aunque es un poco complejo el encontrar la forma de hablar sobre éstas , que
por mucho que las apariencias muestren una cosa finalmente te enseñarán otra
bien distinta, porque es algo que no te llegabas a imaginar. Porque muchas
veces piensas que las amistades durarán toda una vida aunque no sea así, ni lo
será por mucho que te hagan creer en sus
palabras, sus promesas para al final ser sólo un envite más de los muchos que
se esconden en sus mangas como el resto de tretas; las palabras por las que en
muchas ocasiones nos fiamos finalmente usarlas a su libre antojo.
Cuando esto sucede para ellos su única
finalidad es…dejarte hundido, mal psicológicamente y triste además de arrebatarte
la energía y el tiempo perdido por ellos, en cambio por su parte lo que “hacen”
más bien es repetirte con insistencia todo aquello que hiciste mal según su
propio punto de vista también el hablarte claro con sus palabras ; pues eres alguien
del que han podido prescindir aunque eso no entrase dentro tus planes aun así
en los suyos sí a mayores han perdido todo el valor de tus gestos a medida que
el tiempo ha ido pasando. Sin lugar a dudas son como incorpóreos, fríos que la
impresión la cual nos transmiten es que se alimentan sus almas el daño , el
sufrimiento como la tristeza que provocan ; puesto que en ellos está la
capacidad de de marchitar absolutamente una amistad como quien arranca los frágiles
pétalos de una margarita aunque no olvidemos que influye también el ego y el
orgullo más a mayores está el recibir mucho para devolver poco o simplemente nada en función de quién se
trate.
