París

Todos vemos París cómo la ciudad del amor y de la luz, aunque quizá estaría bien verla como una mujer para así comprender su complejidad como las historias escondidas y entremezcladas en el tiempo.
Una mujer que ha sufrido innumerables veces, ha llorado aunque finalmente logra resurgir de sus cenizas para ser una mujer fuerte, única y valiosa como un diamante. Que entre sus calles se respire el amor, la pasión, el lograr sueños... entre otras tantas cosas incapaces de sentirse a simple vista, perderse entre sus calles en busca de monumentos con tantas historias que contar y que por desgracia no nos pueden decir, pese a ello tenemos los libros con nuestra imaginación; esa sensación de admirar tanto por fuera como por su interior le Sacré Coeur ,Notre Dame y la Saint Chapelle, viajar en los barcos por el Sena, subir a lo más alto de la Torre Eiffel; está muy bien mirar aún así es preferible ver aquello que está oculto puesto que pasa desapercibido por un gran número de turistas pegados a sus cámaras y mientras ellos están más que ciegos hay otras tantas que se dedican a aventurarse sin riesgo a perder, sabiendo que sus experiencias serán gratificantes a la parte que satisfactorias en busca de la felicidad que les aguarda ya que ante sus ojos se encuentra esa belleza desconocida. Las catacumbas son el lugar idóneo para explorar y perderse mientras que al pasear por el cementerio de Montmartre
 comprendes la belleza de las estatuas de las diferentes lápidas, asistes al Moulin Rouge para ver la esencia pura del cabaret , además de dejarse llevar por el "barrio de los pintores" dónde se entremezclan los aromas de los restaurantes con el olor de la pintura al óleo y el ver cómo los pintores se dejan llevar por la magia  e historia que desprenden sus calles empinadas   en el Louvre oyes los pasos sonoros, palabras en diferentes idiomas mientras que te dejas atrapar por las pinturas, que con distintas técnicas vemos su evolución con el paso de las épocas; hemos recorrido varios lugares con mucho de qué hablar para los sabios, sordos para los ignorantes sin duda y cómo no comprender una ciudad con tanta luz quizás también con algunos secretos bien guardados si al final es un claro reflejo de sus gentes . Las evoluciones están sujetas a cambios tantos que, con el paso del tiempo sabio logran mejorar la metrópoli para que jamás deje de brillar con su esencia e intensidad que no pasa desapercibida sino que se acrecienta cada día un poco más que el anterior.
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