Agradezcamos lo que no fue

Hay ocasiones en las que hay que dar las gracias por aquello que no sucedió, por mucho que a veces nos da por pensar qué hubiera ocurrido si se actuase de manera diferente o se hubiera tomado otra decisión sin duda sería un punto de inflexión en nuestra vida y también nuestros presente, que en aquel momento sería un futuro lejano sería diferente en muchos ámbitos.
Ahora ésos instantes o acontecimientos que quisimos que sucedieran más de una vez y más de dos, es posible que nos hicieran sufrir, llorar incluso hasta darnos dolores de cabeza entre otras cosas aunque lo que está muy claro es que han sido una experiencia con todo lo que conlleva, que gracias a ello hoy nos hemos convertido en lo que somos y cómo somos. Debemos meditar más bien intentar entender lo que la vida misma, nos quita y nos da en un afán por hacernos más sabios, más fuertes como del mismo modo enseñarnos con esa manera tan peculiar; si es que deciden alejarse o marcharse es porque otras personas llegarán a nuestras vidas para ocupar su vacío, curarán heridas y lo más importante serán para siempre, a diferencia de aquellos que ya no están aún así lo cierto es que en ocasiones las personas que se fueron deciden volver porque han comprendido lo importante que eras como también que estaban en un error; ante eso  tengamos la libre elección de decidir lo que queremos que esté en nuestras vidas.
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