con sus noches templadas
la lentitud para la llegada del otoño,
sin previo aviso todo cambia.
Palabras llenas de odio y rencor,
de hirientes intenciones con ocultos propósitos,
confusión latente en los términos
y la incertidumbre e incomprensión aparece.
Muros sin salida, calles con final,
habitaciones claustrofóbicas
corazones con sed de venganza a falta de amor verdadero,
restos de pedazos rotos por doquier.
Extrañas pinceladas de un cuadro inacabado,
colores opuestos e inconexos en dónde nada es seguro
dicen que no hay una verdadera absoluta,
simplemente es relativo y con un sinfín de matices.
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