Hoy como pensé un día, decidí dedicaros
esto a vosotros aquellos compañeros de clase que habéis compartido conmigo
miles de momentos en estos dos años de bachillerato que nos han agotado aun así
hemos obtenido todos una enorme recompensa.
Esa recompensa ha sido encontrar algunos verdaderos amigos que ni aún el
paso del tiempo se alejarán, otros como es mi caso sentirse eternamente
agradecida por esos enormes compañeros que pese a las peleas por las fechas de
los exámenes, las risas en cada intermedio de clases, los nervios antes de
cualquier examen que todos en mayor medida estábamos nerviosos aunque no más
que al darnos las notas.
Luego cómo no están las “clases de historia” porque la mitad de las
veces eran monólogos humorísticos, debates sobre un tema en concreto, las
clases de literatura que eran del todo satisfactorias para todas y cada una de
nosotras, oír a María que Oza es mejor además de que a Vigo no iba ni aunque le
pagasen jajaja ; también los momentos durante estos dos años de los chicos para
hacer más amenos los dos cursos que sin pensarlo lo lograron con sus chistes,
bromas y tonterías.
Todos seréis una parte de mí, aquella de la
que me sentiré orgullosa porque en vez de ser una clase para mí sois como una
familia ,que en cierta medida cuidó de mí en esos momentos en que lo necesitaba
aún cuando eran unos gestos pequeños, siendo suficientes para demostrar el
valor de personas como ellas.
Se os echará de menos a todos vosotros como a los profesores con los que
hemos pasado estos años, ésos que nos han enseñado enormes lecciones unos y
otros para que en un futuro las pongamos en práctica en algún momento de nuestros
largos caminos que nos quedan a todos y
cada uno de nosotros por recorrer.
Momentos para reunirnos la clase de nuevo seguro que hay de eso estoy
absolutamente segura de ello.
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