La vida son mucho más que giros diversos, caminos bifurcados en distintas direcciones y decisiones que en un principio pueden ser irrelevantes son capaces de marcar un antes y un después en la vida de una persona. A veces son ésos pequeños pasos a veces inseguros otras certeros que te alejan o acercan de todo aquello en lo que te quieres convertir, no sólo hablo de lugares sino también de la gente que en alguna etapa te acompaña pese a que llegado un instante deciden irse por la razón que sea y hay quiénes siguen caminando junto a ti sin importar las etapas, adversidades, circunstancias como del mismo modo has estado tú para ellos.
Que los miedos e inseguridades a veces son un lastre que nos pesa más en nuestra mochila de lo que creemos y nos cuesta más deshacernos de ellos, además están las creencias que independientemente del tipo que sea algunas nos convierten en sus esclavos si no buscamos la forma de liberarnos de tantas ataduras. Puede ser que haya quiénes prefieren vivir ahogados en un vaso de agua con él medio vacío, argumentando que está medio lleno, viviendo acompañados como si de una sombra se tratase de la disociación cognitiva anclados a su zona de confort; a veces es necesario salir de todos aquellos lugares que nos impiden avanzar hacia dónde queremos llegar cómo el acercarse a la persona que quieres ser.
Posiblemente la vida se parezca a una montaña rusa en ocasiones con tantas idas y venidas, con giros a veces nos perdemos en medio del camino sin encontrar el camino correcto, llevando a cometer errores, tropiezos, saltos al vacío por poner un pequeño ejemplo; no por ello significa que caiga en saco roto ya que probablemente haya algo que debamos aprender, conocer o descubrir de nosotros mismos o de nuestro entorno, sumado el ampliar horizontes en busca de nuevas perspectivas y también abrirnos la mente a aquellos detalles que para muchos pasan desapercibidos.
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