Hoy en día hay mucha gente que es orgullosa, aunque los que diferencian a unos y a otros son matices que pasan desapercibidos cuando se tendrían que tener en consideración pese a que terminarán por mostrar cómo es la otra persona.
Tanto es así que hoy día se confunde con facilidad orgullo y dignidad cuando existen notables diferencias,la última se refiere a la estima de como el respeto que todo el mundo merece en cambio el orgullo depende de si es de manera positiva o negativa; la positiva es aquella referida a un sentimiento de satisfacción por los logros, capacidades, méritos propios y la negativa es un exceso de estimación propia que termina conllevando cierta superioridad. Lo cierto es que la línea que los separa no es tan extremadamente fina, casi diría que son muy diferentes pese a que a día de hoy parece ser que confundirlos es algo habitual en estos momentos,que nada tiene que ver pese a que son tan diferentes como el día y la noche.
A día de hoy se le suele dar por consiguiente mayor relevancia al orgullo digamos negativo porque erróneamente se asocia con la dignidad además de que a su vez se agrupa con la autoestima alta, pese a que suele ser incongruente. Es necesario a la hora de hablar de ello en cualquier tema de conversación y de saber diferenciar que el continuo refuerzo de dicha palabra con según qué acepción sumado al contexto difiere por decirlo así del tipo de persona en el que prevalece el “positivo” como el “negativo”.
Las personas cuyo orgullo es “positivo” son aquellas que con perseverancia, constancia, lucha como tenacidad para obtener por méritos propios todos aquello conseguido aún pese a las caídas, los juicios y las dudas; pienso que son aquellas que valoran a su alrededor el esfuerzo de los demás además de que a la larga son los que persiguen sus sueños sin necesidad de menospreciar a otros; las personas cuyo orgullo predominante es el “negativo” diríamos que son propensos a estimarse en exceso además de darse mucha importancia y relevancia sobre los demás que por mucho que prediquen con que entre sus habilidades interpersonales está la empatía con el paso del tiempo entenderemos que en realidad les es perjudicial hacerlo si no obtienen algún beneficio.
Sería interesante ahora para finalizar el hablar acerca de aquellas personas son capaces de perder su orgullo cuando alguien te importa y aporta a tu vida, sé que puede ser difícil hacerlo dadas las circunstancias como las personas, sumadas a las creencias limitantes de cada uno teniendo en cuenta el ego como el orgullo. Sé que puede significar algo arduo pese a que a veces nos vemos entre la espada y la pared, porque en ocasiones cuesta saber cuándo ceder por ésa persona que significa tanto para nosotros y que una decisión errónea que suponga un antes y un después en nuestra relación, a veces no se valora dicha situación con el peso de tanta responsabilidad. Hay quienes valoran más el orgullo que a la propia persona como toda la experiencia que llevan en su mochila, las circunstancias que le han llevado a vivir o experimentar ciertas cosas que a veces cuesta más ser objetivo a la hora de dar consejos,entender, comprender a otros como la empatía y asertividad que hoy en día parece que está en boca de todos casi como una “moda” además de que se infravalora y se menosprecia cuando en realidad si tanto se “exige” a unas personas aunque a la inversa y a la hora de la verdad es todo humo aunque te intenten hacer pensar lo contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario