Tras todo esto he llegado a la conclusión de que necesitaba con urgencia armarme de valor, para, con tiempo, paciencia y tesón ser yo. Con mucho amor hacía mi misma ir sanando aquellas heridas y cicatrices, bien sean profundas o simplemente rasguños, para así demostrarme a mi misma que yo puedo amarme tal y como soy, con todas mis virtudes como con mis propios defectos, que en su conjunto me hacen ser simplemente yo misma. Que no necesito a nadie para ser absolutamente feliz; soy lo suficientemente capaz de depender de mis propios éxitos sin tener la necesidad de someterme o subordinarme a nadie, tienes que evitar a aquellos que te digan lo que tienes que hacer como también cómo debes hacerlo aunque solamente haré caso de los consejos de mis familiares como aquellos que tienen gran importancia en mi vida, pues son gracias a ellos que día a día me convierto en la persona que seré por su inestimable ayuda. Yo con la cabeza bien alta decido enfrentarme cara a cara a los obstáculos, a las personas tóxicas, a las dificultades puesto que lo fundamental en esta vida es que crezcas en todos los aspectos posibles, no que te quedes estancado sin tener oportunidad de continuar arrancando las páginas innecesarias en las que hay temores, inseguridades y fracasos que con su peso nos impiden tocar el cielo.
Mi oportunidad ha llegado es mi momento para volar con libertad, mi propia libertad puesto que yo soy quien tendrá siempre la última palabra en lo que concierne a su vida, sin importar el odio, la envidia que corroe en lo más profundo, las críticas destructivas, los rencores, los prejuicios; el tiempo me ha enseñado que cada error es una lección a tener en cuenta en el futuro más próximo ya que gracias a ellos podemos ver las cosas desde una óptica completamente diferente y por consiguiente aprender a enfocar como del mismo modo afrontar varios aspectos en el momento oportuno.
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