Es necesario cerrar heridas

 En ocasiones nos cuesta sanar heridas que en ocasiones se abren de manera temporal aunque ahora duela menos, el dolor ha menguado sin duda pese a que aún quedan posos a fin de cuentas ha habido buenos momentos, nadie es perfecto ni sanan al mismo ritmo. Habrá quien con indiferencia se dedique a pasar página o creer que soluciona así sus problemas, las conversaciones pendientes y todo aquello sin arreglar también porque el tiempo corre para todos, pese a ello el orgullo no acerca a las personas ni la comprensión entre ellas ni teniendo pocas diferencias.

 A veces por mucho que alguien quiera cerrarlas sólo te dedicas a alargarlo más además de hacerte daño a ti mismo sin querer, que hay recuerdos que duelen y las personas que nos los ocasionan también, quizá por demostrarse algo a sí mismos sin tener en consideración a la persona a la que hieren, dedicarle tiempo a las heridas como también a las personas que te apoyan aún tras caer o cometer un error o varios. Ni todos tenemos el mismo recorrido ni el mismo aprendizaje ni tan siquiera las mismas vivencias, que para que se cicatricen no sólo depende de uno mismo también de las personas que se rodeen, de nada sirve que te abran las heridas cuando tú las estás cosiendo y cuidando con mucho amor además de buscar la manera de tenerte a su merced a medida que te siga hiriendo.  Seguramente no todo el mundo tiene la valentía de hablar de sus heridas a pecho descubierto pues eso es una debilidad para muchos y por ello llevan corazas que cuesta saber dónde empieza y termina esta, sin olvidar que hasta el sanar lleva un aprendizaje que no todos están dispuestos a seguir, ni tan siquiera experimentar en muchas ocasiones ya que prefieren vivir en su cómoda zona de confort entre limitaciones propias o ajenas que nos han enseñado, otras que hemos decidido aprender que no siempre tiene que ver con vivir.