Si el mar te llama como una canción, tan melódica que te cuenta con susurros el romper las olas, esperando a que te sumerjas en sus profundidades. Con sus secretos y misterios, sólo unos pocos capaces de descubrir todo aquello oculto a los ojos de las gentes comunes.
Existen corazones con el mar en su interior, con el rumor tenue de un río mientras desciende siguiendo su curso, esto es motivo suficiente para querer sumergirse en las profundidades y no salir, quizá nunca, del agua. Pues es dónde dejas al descubierto tu alma de Asradi, de sirena procedente de la mitología nórdica que guardan en su interior un poder tan grande cómo los dioses que habitan en el Valhalla; que en tu mirada se muestre un océano infinito cual remanso de paz, que sientas cómo el mar y tú sois uno aunque de igual forma pasa con los lagos y los ríos al mojarte los pies.
Sólo la voz del mar no sabría decir si elige a quien tocar con su canto para enseñarle un mundo dónde puedes navegar libremente por sus amplios dominios, descubriendo la fauna y la flora, con barcos hundidos, recovecos y cavernas submarinos, nadar mientras observas atentamente a los peces en su hogar entre arrecifes, mientras notas cómo las corrientes te atrapan, como diciendo que te animes a aventurarte y seguir sus recorridos en los que conoces cada uno de los océanos y mares aunque sólo habrá algunos ideales para vivir pues la temperatura es la perfecta para sentirte como pez en el agua.
Con las caracolas se puede transportar al elemento más afín, para dejar que viajemos a través de los sonidos procedentes de su interior, que nos recuerdan las canciones que hablan de sueños, tus fantasías y de aquellos mitos que fraguaron en un corazón todo el amor y la pasión por adentrarse en dónde el mito se funde con la realidad,dónde lo cotidiano se entremezcla con lo misterioso. Para desnudar el alma a merced del romper de las olas, sus hermosas tonalidades más turquesas o azules cambiantes según las mareas y el influjo de la Luna, tan mágica para acunar y liberación de aquello que se siente en un corazón dónde el romper de las olas contra las rocas, el aire cargado de salitre y la brisa marina nos envuelve como también muestra cristalinamente la fortuna de personas con esta balada que descubre el lazo eterno que une con lo subacuático.
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